Opinión
Se encuentra en plena carretera vieja de Candelaria. Saliendo por la autopista sur a la altura de Caletillas (Salida 14). Se sube en dirección a Igueste y en el primer cruce tras la subida el restaurante está a 100 metros a la izquierda siguiendo la carretera.
Se come muy bien, el ambiente es cálido y el servicio muy atento.
La comida es tradicional pero con toques modernos, los platos que vimos pasar tienen una pinta fabulosa y nuestra ensalada era abundante y muy bonita.
Como entrantes nos recomendó el camarero batata con almogrote que nos dieron ganas de chuparnos los dedos.
De segundo pedimos secreto ibérico y estaba riquísimo. Vino acompañado de papas fritas y salsa de miel.
No pudimos con el postre pero nos tomamos un café y nos hicieron uno especial en vaso largo, sin pedirlo, sólo como detalle.
Un restaurante especial y recomendado. Los precios muy buenos teniendo en cuenta la calidad de lo que comimos, pagamos 20 € por persona. El vino que tomamos era el de la casa a granel, según nos dijeron de La Orotava.
Sólo encontramos un pero. Y es que estaba muy lleno (fuimos un domingo) y tuvimos que aparcar como a 200 metros, no es muy lejos, pero bueno supongo que en días menos concurridos podremos aparcar más cerca.
Volveremos en cuanto tengamos oportunidad.