Opinión
el antiguo bar de la playa de Luanco es ahora un bonito restaurante con aires nórdico vintage. Una decoración muy conseguida en tonos azules, blancos y madera que convierte el espacio junto con la luz de las cristaleras en un sitio muy agradable. La carta es original, las croquetas están muy buenas, el el falso risotto también, los langostinos.... las raciones son abundantes y el servicio muy atento. Tienen una zona de barra para tomar unos vinos y una pequeña tienda con objetos decorativos de Serax, y alguna marca nórdica, y productos delikatessen. Un buen sitio para comer o cenar, o tomarse algo disfrutando del mar.