Opinión
Comí allí de menú y la verdad es que me sorprendieron los platos, sobre todo por su gran sabor. Buena presentación y muy muy rico, probé lo que pidieron otros compañeros de trabajo y se nota que lo que buscan los dueños es que nos entre por los ojos pero sobre todo nos guste al paladar.
El restaurante es muy luminoso y las mesas están separadas... perfecto para tener una buena cita sin que el de al lado pegue la oreja a lo que estás diciendo. Muy buen trato por parte de los camareros, que son chicos jóvenes y están al tanto siempre para que no te falte nada. También tiene afterwork de lunes a viernes y las copas se quedan a 5 euros.
Un sitio muy chulo para ir con amigos o compañeros de trabajo. Pero también para ir con la pareja ya que, como digo, las mesas están separadas y el ambiente tranquilo y muy agradable, como su decoración.