Opinión
Repetimos en este Restaurante un año después, dado que la primera vez que cenamos salimos encantados con todo: el local (con vistas a la calle mayor de Reinosa), con la comida (equilibrio para nosotros perfecto entre cocina "de mercado" y un toque fino, especial, de buena cocina) y el personal (una chica atendía en las cenas, con mucha amabilidad y siempre atenta).
Un año después el local (un comedor bien arreglado, agradable) sigue bien, la comida también pero...la atención al cliente ha caído en picado.
En cuanto a la comida, espectacular su revuelto de morcilla (huevo y morcilla perfectamente integrados, el plato es de premio), mega-chuleta campurriana correcta tirando a buena (carne de mucha calidad y en su punto), un pote de garbanzos también en su punto, con el garbanzo de calidad y bien impregnado de sabor y un arroz con leche de nota. O sea, confirmación de que en este restaurante de Reinosa vale la pena comer. A sumarle unos calamares correctos. Total, un comensal comiendo de menú y el otro de carta, con un postre, vino y cafés 31 euros. Perfecto. Y le pondría 4 estrellas si no fuera por la sorpresa de la comida: una camarera (al menos la del mediodía) que parece querer convencerte de que no vuelvas: malísima cara ya de entrada (no sonrió ni una vez en hora y cuarto), muy malos modos (cualquier cosa que le dijimos o pedimos nos contestaba enfadada) y en fin, una pena porque la verdad es que consiguió incomodarnos de verdad. Pero ciñéndonos a la comida, un sitio muy recomendable si pasáis por Reinosa.