Opinión
Es el típico bar de toda la vida con un comedor con unas diez mesas.
Se encuentra en la misma carretera una vez pasada la playa de la Espasa en dirección a Ribadesella como a 1,5 Kms.
Mesas, cubertería y vajilla muy corrientes, el personal atento y amable.
Es de esos lugares que quedas con un sabor agridulce, no comes mal pero los precios del pescado, bastante escaso en la carta,son demasiado elevados para ese tipo de local, el mas barato, unos fritos de pixin, 17 euros, ración correcta sin pasarse, las carnes algo mas económicas y los entrantes, bebidas y cafés a precios asequibles.
No se si será cuestión de la temporada de verano pero esos precios del pescado no tienen explicación, vuelvo a repetir que para el tipo de local, me temo que los hosteleros siguen jugándosela, no se puede vivir todo el año del turista y cuando se ahuyenta a los residentes en una época es probable que no vuelvan en todo el año.
En resumen, comida correcta, excesivamente cara en algunos platos para el sitio y local modesto.