Opinión
Local acogedor, decorado con marcos de madera y alacenas que ordenan los vinos.
Platos caseros abundantes: destacan los callos, el bacalao "Michem", el cabritu con patatines, el jabalí, el pitu caleya, las estupendas paellas, merluza a la cazuela, arroz caldoso con bogavante, pote y fabada y postres eminentemente caseros.
Chapeau!!
Para volver de nuevo.
Preparan así mismo comida para llevar y admiten reservas de mesa.
Altamente recomendable.